lunes, 22 de julio de 2013

Algo mas acerca de la ovodonación


Cuando frente a problemas de fertilidad se llega a la necesidad de recurrir a la ovodonación, se abre un amplio abanico de sensaciones, dudas, miedos e incertidumbres en las parejas.
Siempre es un impacto conocer que para lograr el embarazo se indica recurrir a un donante (sea de esperma o de óvulos). En este caso nos centraremos en la ovodonación.
En un primer momento, la mujer siente un impacto plenamente narcisista. No ovular más, o que sus óvulos no estén en buenas condiciones, es vivido como una falla en su función reproductiva, que es parte de su identidad como mujer y lo pueden sentir como el fin de sus posibilidades de ser madres. Luego de ese primer momento, se pasa a una instancia de evaluación, se abren las preguntas y las posibilidades se vuelven a reconsiderar. 
 Los miedos que suelen aparecer son en relación a las condiciones de salud, genéticas y hereditarias de la donante. También se cuestionan sobre la posibilidad de que en un futuro la donante pueda reclamar al hijo que nazca del tratamiento, o que la misma donante participe de muchos tratamientos y que su futuro hijo pueda encontrarse, sin saberlo, con hermanos en cualquier momento de la vida.
Hay incertidumbre acerca del vínculo con el hijo: si lo podrá sentir como propio, si el hijo la querrá , si querrá más al padre ya que él si lleva su carga genética. Si deberá, en un futuro, decirle al hijo sobre el procedimiento, si eso hará que él quiera buscar a su "madre". Y todo esto se liga con el temor a ser juzgada socialmente de manera negativa, y la sensación de que su hijo podría ser víctima de discriminación.
Por supuesto, no todas las mujeres sienten exactamente lo mismo, cada una tiene su historia, sus estructuras y su contexto particular. Lo que exponemos aquí son algunas de las cuestiones que se detectan en lineas generales cuando se realizan entrevistas psicológicas para trabajar acerca del diagnóstico y la toma de decisión acerca del procedimiento.

Desde el trabajo que realizamos en el área de Psicología tenemos en cuenta varios puntos de este proceso, para acompañar y pensar junto con los pacientes. 
En primer lugar, junto con el médico se esclarece todo lo que tiene que ver con el exhaustivo estudio de las donantes que se seleccionan y la seguridad en cuanto al anonimato que resguarda tanto a donantes como a receptores.  Esto ayuda a calmar las fantasías acerca de la procedencia de los óvulos y la salud de la donante. 
Luego tenemos todos los aspectos que mencionamos en relación al vínculo con el hijo:
Tengamos en cuenta que no hay una "madre" que abandona, dona, regala a un hijo. Se dona un óvulo, una célula, que puede derivar en el nacimiento de un hijo, pero simbólicamente es muy diferente a que eso la transforme en madre de ese niño.  La receptora podrá no ser madre genética, pero si será madre biológica, en tanto transitará el embarazo, como cualquier otra mujer, y será quien sostenga biológica y afectivamente el crecimiento del bebé tanto dentro como fuera de la panza.
En cuanto al vínculo con el hijo, no depende de la carga genética que posea, sino del contacto, el deseo, el afecto, los cuidados que se le dan. El vínculo tiene que ver con la crianza, el sostén, la mirada que ponemos sobre nuestro hijo, el lugar que hay para él en nosotras, en nuestra pareja, en nuestra familia.

Cada mujer, cada pareja, pasa por etapas y creemos que al acompañarlos en este camino se disipan dudas y se elaboran temores. El objetivo es que puedan tomar su decisión mirando, pensando en lo que les va pasando y van sintiendo en el camino, y teniendo en cuenta datos concretos que los puedan ayudar a lograr lo que tanto desean: tener un hijo.



Verónica Tirados - Lic. en Psicología  M.P 3017 
Coordinadora del servicio de Psicología
Origen Salud Reproductiva

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