viernes, 24 de mayo de 2013

Acompañar en la Infertilidad



Si pensamos en parejas que buscan un hijo y no consiguen el embarazo naturalmente, seguro nos surgirá algún nombre en especial, si no es que lo pensamos en primera persona. Si hemos tenido la suerte de no sufrir dificultades para concebir, seguramente conocemos a alguna amiga, familiar cercano, amigo, pareja, etc.
Acompañar. Hoy no intentamos pensarlo desde lo profesional, sino desde los lugares cotidianos que ocupemos cerca de aquellos que están en procesos diagnósticos y terapéuticos para lograr el embarazo. Entonces, que bueno sería hacer circular algunas sugerencias, entender que hay algunas palabras, frases y consejos, que aunque sean emitidos con la mejor voluntad de ayudar y apoyar, en ocasiones solo logran aumentar las sensaciones de frustración de quienes los reciben.
Antes que nada: las decisiones son de los protagonistas. Desde la más simple a la mas compleja. Desde el médico que eligen para tratarse, hasta el tipo de procedimiento al que se someterán. En esos momentos no aportamos nada haciendo referencia a las elecciones de otras personas,  los embarazos conseguidos por otras técnicas, o la información que encontramos en internet.
Los repetidos consejos de viajar para relajarse y volver con un embarazo, olvidarse por un tiempo del tema, visitar un curandero X, suelen poner mas tensión a la búsqueda. Nuestros pacientes relatan que frente a estas intervenciones sienten mas estrés y una mirada de los otros que les sugiere que el embarazo no les llega solo por ansiosos, y que como no se relajan son "culpables".
Luego nos encontramos con intervenciones algo más duras; frente a repetidos tratamientos alguien les transmite a quienes los transitan que son algo egoístas, porque habiendo tantos chicos "abadonados", podrían adoptar uno y dejar de insistir. Como si esta fuera una decisión simple y obvia. Se desconoce que hay decisiones que requieren  renuncias previas y cada uno tiene sus tiempos para hacerlas.
Mucho más allá está lo que se opina cuando los tratamientos implican, por ejemplo, recurrir a donante de esperma o de óvulos, o ambos. Aquí podemos ver como se despliegan algunos juicios morales, religiosos y éticos, los cuales los propios pacientes ya se cuestionan y con los que debemos trabajar de la manera adecuada para que sean ellos los que estén tranquilos y conformes con el camino que seguirán.
Esto es solo una exposición que intenta mostrar lo que  en ocasiones sucede alrededor de los tratamientos de fertilidad cuando el entorno intenta opinar y aportar, la mayoría de las veces, con la intención de ayudar.
Y como el entorno logra mucho si se lo propone,  queremos compartir otras formas, sugerir otros contactos.
Antes que nada, evitar los juicios, la referencia a estadísticas personales o de otros conocidos.
No dar recetas mágicas, ni dar por sentado resultados positivos frente a las mismas.
Estar presentes escuchando cuando la pareja o alguno de sus miembros quiera o necesite hablar, compartir, o preguntar.
Podemos ofrecer ayudarlos y darles soporte con cuestiones de la vida cotidiana que faciliten la asistencia a ecografías  análisis, consultas, cirugías, transferencias, etc. (resolver alguna cuestión de trabajo, de traslados, por ej).

Podemos ser tolerantes con los estados de ánimo fluctuantes que se observan, sobretodo cuando un tratamiento no funciona. Permitir el llanto sin intentar silenciarlo es un recurso, lo que sucede es que quizás nosotros no lo toleramos porque no sabemos como manejarlo, y no nos gusta que la persona que queremos sufra, entonces podemos caer en frases directivas acerca de como salir de ese momento de crisis.

Evitemos las directivas.
Podemos entender que aunque nosotros, como vínculos cercanos de los protagonistas, estemos con ansiedades y ganas de saber como va todo, hay momentos adecuados para preguntar y otros no tanto: Llamar ansiosamente a la pareja durante los días posteriores a una transferencia de embriones, por ejemplo, cuando ellos mismos no saben aún el resultado y cargan con su propia ansiedad hasta el momento de hacer el análisis, no tiene un efecto positivo. Ejercitar la paciencia acompañando, es mas productivo para todos y evitamos que la pareja prefiera aislarse y esconderse del entorno.

Frente a una pareja que atraviesa problemas de fertilidad:
Respetemos sus tiempos, la información que quieran dar, los silencios. 
Estemos cerca, pero no invadiendo. Demos soporte, pero no seamos intrusivos. 
Escuchemos, pero no juzguemos. 
Entendamos los enojos, no son con nosotros, son con la situación, con el esfuerzo y la energía que ponen en algo que para otras personas es tan natural, rápido y sin complicaciones.
Seamos empáticos con el dolor psíquico que no poder alcanzar el hijo que se desea provoca.
Y sobretodo, no los dejemos solos..Siempre los vínculos significativos son necesarios, solo hay que saber como acercarse.

Como sociedad, depende de nosotros dejar circular formas de enfrentar los problemas de fertilidad. Nunca olvidemos que el producto de los tratamientos será un nuevo y único ser humano, y la forma de lograr que venga a este mundo, siempre que sea con ética, respeto y elecciones legales, maduras y concientes puede ser acompañada por nosotros. Empecemos respetando y sosteniendo a los padres, porque es la manera de que ellos mismos no sientan verguenza de lo que les pasa, ni de las elecciones que toman. Porque así no sentirán la necesidad de mentir a los hijos que vengan acerca de como llegaron a sus vidas, ya que nunca deberíamos avergonzarnos de haber tomado caminos diferentes para transformarnos en padres, si lo hicimos desde el genuino y profundo deseo de tener un hijo y ofrecerle una crianza rodeada de afecto y respeto.


Verónica Tirados
Lic. En Psicología - M.P 3017
Coordinadora del área de Psicología de Origen - Salud Reproductiva

viernes, 17 de mayo de 2013

Trombofilias y embarazo

Sabemos que un alto porcentaje de mujeres logran embarazos que llegan al parto en forma normal y sin complicaciones. Cuando ésto no sucede, genera un trastorno emotivo importantísimo para la mujer, su pareja y la familia toda. A ésto se le suma la incertidumbre por el desconocimiento de la causa y el temor a la recurrencia del episodio.
Gran cantidad de las complicaciones obstétricas son prevenibles y controlables cuando hacemos el diagnóstico de su causa antes de que ésta vuelva a suceder y el tratamiento correspondiente en forma precoz y oportuna.
 
Hablemos de Trombofilias
Los abortos recurrentes (dos o más), los fetos muertos intraútero o los partos prematuros por desprendimiento de placenta, retardo de crecimiento intrauterino o preeclampsia pueden tener su causa: sindrome antifosfolipídico (SAF).
Nuestra filosofía es prevenir las complicaciones obstétricas y por ello consideramos de fundamental importancia que las mujeres acudan a la consulta preconcepcional. En ella buscamos factores de riesgo para esta patología: antecedentes familiares y/o personales de eventos tromboembólicos (trombosis venosa profunda, accidente cerebrovascular en cualquier otra parte del organismo). Antecedentes de muertes fetales intrauterinas o partos prematuros por algunas causas específicas. Junto a ello, el laboratorio especializado es de fundamental importancia (en cuanto a la complejidad de las técnicas) y confirmará el diagnóstico que el médico de cabecera sospechó. 
El inicio del tratamiento del SAF es el diagnóstico oportuno, luego pondremos en práctica el tratamiento correcto.
En Origen contamos con el equipo interdisciplinario que ayudará a que se logre el embarazo, transcurra con los cuidados correspondientes y podamos, todos alegrarnos con la llegada al mundo de un nuevo bebé.
 
Dra. Alicia Chernicoff
Especialista en Obstetricia
Tocoginecología

miércoles, 8 de mayo de 2013

Soy Isabella




Soy Isabella, tengo seis meses, nací prematura, con 32 semanas de gestación.
Estuve esperando pacientemente, pero con mucha fe de que mis papis, Jaquelina y Beto, encontrarían el camino, el mejor, para facilitar mi llegada.
Al observarlos veía que me esperaban con mucho amor, con una convicción  sorprendente, pero con dudas a la vez. No tenían la certeza de poder lograrlo.
Observé la búsqueda del mejor camino para mi llegada, y el proceso que decidieron vivir en pos de ella.
Cuando lo vi a él con su presencia segura y transparente, con la absoluta claridad de como transitar este camino, empecé a creer que podía ser la mejor vía para mi viaje.
Observé pacientemente cada consulta, los pasos minuciosos, las variables a controlar, el plan, la convicción y como deberían, mis papis, controlar los riesgos de este proceso de vida.
Ellos creyeron en él, desde el primer día, en realidad pienso que los tres creímos en él.
Mi mamá temía, por su edad, sabiendo que tenía algunas limitaciones, aunque ella es tan bella y joven, pensaba que podía ser difícil el camino de mi llegada. Mucho había leído ella sobre este camino y temía de no poder lograrlo. Soy consciente que él  la fue convenciendo con sus conocimientos, con su ciencia y sobre todo con su humanidad.
Mi papá, un tipo raro…. tiene 63 años y soñaba, como mi mamá, con mi llegada. Pienso que los dos me esperaban con el mismo amor y convicción. Ellos se aman profundamente, lo sentía antes y lo vivo ahora. Mi papá también tuvo que pasar por un proceso de controles que nunca hizo antes, cuando nacieron mis hermanos.
Porque tengo tres hermanos y dos sobrinos, mi hermano mayor, Pablo, tiene 35 años y ya tiene dos hijos, Ignacio y Facundo, son mis sobrinos. Que loco…. ellos tienen una tía de 6 meses!!!!!!.
Mi hermana Claudia tiene 33 años y mi hermana Andrea solo 25.
Ya que hablamos de familia les cuento que mi abuela Lily, mi abuelo Tomas,  mi tía Claudia,  mi tío Jorge y mis primos Julián, Tomas y Solcito, se pusieron recontentos cuando me conocieron.
Fue muy lindo estar en la panza de mi Mami, ella me hablaba, me palpaba y mi Papa me cantaba. Ahora cuando lo hacen, me parece escucharlos desde la panza.
Así fue que llegó el día de mi nacimiento, el 7 de noviembre por decisión de él, tuve que acortar mi placentera estadía en la panza de mi mami.
Obviamente esta decisión fue pensando en mi bienestar.
Fue duro al principio pero gracias a otras personas que encontramos en el Servicio de Neonatología del Sanatorio Allende, me fui adaptando a este mundo tan diferente al que yo conocía.
Hoy comparto mi casa con mi Mami y mi Papi, me gusta estar con ellos, me hacen reír un montón.
Y veo que ellos están muy felices conmigo en casa.
No entiendo bien su idioma, pero a mi Papi y a Mama también, se le ponen los ojos borrosos cuando hablan de él, lo mismo les pasa cuando hablan de las personas que forman su equipo, Ana, Noelia, Paula, Verónica.
Mis papis siempre dicen que cualquier pareja que haya tomado la decisión de tener un hijo…..se merece un José.
Ha me olvidaba….. él es José, el Doctor Ordoñez, un hallazgo para nosotros.
Firmado: Isabella Zunino





jueves, 2 de mayo de 2013

Abordaje Psicológico en Reproducción Asistida

Cuando una pareja busca el embarazo y no llega naturalmente, enfrentan muchas sensaciones diferentes. Por un lado, con el paso de los meses sin el resultado deseado, cada nuevo ciclo es vivido con mayor ansiedad,  incertidumbre y desilusión. Por el otro, el temor tener a algún problema de fertilidad aflora.

Decidir consultar al médico especialista en reproducción genera, asimismo, nuevas ansiedades y recicla todas las que ya venían emergiendo. Las parejas pasan por varios momentos y etapas.
Vemos enojo, incredulidad, negación, aislamiento. Es necesario acompañar los procesos diagnósticos, que comienzan con los estudios básicos de ambos miembros de la pareja, con un espacio de abordaje psicológico que les permita hablar, preguntar y preguntarse acerca de este camino que están tomando. Y sobretodo focalizarnos en un "paso a paso" en el mismo, para poder trabajar sobre lo que realmente les sucede a ellos y las decisiones que vayan a tomar según los diagnósticos. 
Uno de los pasos que mas cuestan es llegar a la "aceptación" de que el hijo parece no poder concebirse de manera natural, porque este hecho genera sufrimiento y malestar psíquicos, ligados a una profunda herida narcisista.  Pero es esa aceptación la que les dará el pie para embarcarse en el tratamiento necesario para lograr el embarazo.
Nuestra tarea, desde el área de psicología,  está de la mano con la del médico, y apunta  a asistir en las diferentes etapas de los tratamientos, bajar los niveles de ansiedad que conllevan, acompañar en la toma de algunas decisiones que pueden ser conflictivas (por ejemplo recurrir a donación de óvulos o esperma) y disminuir el impacto del desgaste que estas pudieran tener tanto en la pareja como un todo, como en cada uno de sus miembros.
Cada persona responde en este camino, según su estructura de personalidad, su historia y sus experiencias.
Las intervenciones médicas impactan de manera diversa en cada uno. Y cada pareja desplegará su propio abanico de recursos para enfrentarlas. Por eso, nuestro objetivo es acompañar según las necesidades de cada paciente, con el deseo compartido de que logren tener un bebé.

                                                               Verónica Tirados - Lic. en Psicología - MP 3017
                                                                         Coordinadora del área de Psicología.
                                                                                 Origen - Salud Reproductiva